España está a un solo paso de volver a quebrar a la historia, de volver a ser un equipo pionero. Para eso tiene que ganar el próximo partido de la Liga de las Naciones, ya en semifinales del torneo, toda vez que con el triunfo alcanzaría por la vía directa el salvoconducto para disputar los próximos Juegos Olímpicos de París 2024. Un hito que nunca ha logrado. Aunque para eso, tras el sorteo celebrado este lunes por Nadine Kessler, directora del fútbol femenino de la UEFA, La Roja se tendrá que batir a Países Bajos, una selección que ya superó en cuartos en la pasada Copa del Mundo. El envite, que se disputará en 23 de febrero, se disputará en España tal y como aclaró la ceremonia. Fue amable el bombo con la selección, pues en caso de superar la ronda, también organizaría el 28 de febrero la final ante ante el equipo vencedor de entre Francia y Alemania, que se disputará en tierras galas. Lo mismo ocurriría de caer en semifinales, pues albergaría el choque por el tercer y cuarto puesto.
Aunque convive con la zozobra y el enredo sempiterno, un guirigay que ya no se queda de puertas para dentro, las futbolistas de España dignifican la profesión con y sin las botas puestas, toda vez que son el altavoz de las mujeres y el grito ante la vulnerabilidad de sus derechos. Así lo aclararon hace un año y medio, cuando 15 futbolistas decidieron dejar el equipo a expensas de unos cambios que no se produjeron, disconformes con las actitudes de machirulos desde la federación y, a su entender, con la falta de profesionalismo del exentrenador nacional Jorge Vilda, ahora en las filas de Marruecos. Ocurrió, sin embargo, que el Mundial estaba de por medio y la ocasión de jugar el mayor torneo convenció a unas cuantas de regresar al equipo, también de entregarse al balón para laurearse. Pero el expresidente del a federación Luis Rubiales se excedió en los festejos, puesto que besó en la boca a Jennifer Hermoso de forma no consentida. Punto final de esas actitudes machistas porque la presión social -también la FIFA le ha abierto expediente- y el reclamo de las jugadoras hizo que Rubiales dimitiera, al tiempo que forzó -de nuevo con la renuncia al equipo a la espera de los cambios definitivos- una reunión entre la federación, el vestuario y el Consejo Superior de Deportes (CSD) resumido en el Pacto de Oliva, donde se veló al fin por los intereses de las futbolistas y sus derechos. Proceso de cambio que coge forma con el paso del tiempo y que se resolverá con la nueva entrada presidencial en el primer cuatrimestre de 2024.
Atemperadas esas aguas -aunque las hay que todavía no están conformes con los cambios como las azulgrana Mapi León y Patri Guijarro-, tampoco se ha encontrado la paz en el grupo porque se concluyó que Montse Tomé ocupara el cargo en sustitución de Vilda, decisión que no convenció al grupo porque entendían que era una vía continuista. Si bien la entrenadora ha cuajado con las veteranas y la mayoría del grupo por su laxitud con el vestuario, que tiene más poder que nunca, también se han desvelado rifirrafes por errores garrafales como entrar al inicio de la segunda parte en el duelo ante Italia con una jugadora menos porque Aitana no estaba disponible y porque desde el cuerpo técnico no se reaccionó a tiempo, por más que después Tomé señalara a la futbolista y ésta replicara lo contrario. Esa chapuza llevó al gol de Italia y también a la primera derrota desde que la selección cayera en el último duelo de la fase de grupos del Mundial ante Japón. Y pareció que algo se había estropeado en el equipo, que frente a Suecia se puso por debajo 1-3 en el pasado envite. Pero solo lo pareció porque estas futbolistas tienen callo ante las adversidades, porque juegan un rato.
Con un fútbol al abordaje y abrasivo, España acabó por imponerse a Suecia (5-3) y por sellar una liguilla casi impoluta en la Liga de las Naciones. Un récord más para un equipo que ya en el Mundial rompió los esquemas porque hasta la fecha nunca había conseguido superar una eliminatoria directa. Ni en la Copa del Mundo ni en la Eurocopa. Pero en las antípodas pudo en octavos con Suiza (5-1), después con Países Bajos (2-1), en semifinales con Suecia (2-1) y como postre con Inglaterra (1-0) para coronarse como el mejor equipo del planeta. Ahora, España vuelve a estar a un solo paso de la gloria porque con superar a Holanda en las semifinales le alcanzaría para disputar los próximos Juegos de París.
Aunque de caer, todavía tendría una oportunidad en el choque por el tercer y cuarto puesto, ya que si Francia, organizadora de los Juegos y por lo tanto clasificada de forma directa, alcanza la final en su choque contra Alemania, quedaría una vacante. España, que tiene todo menos calma, vuelve a retar a la historia. Y París pasa por los Países Bajos.
Eliminatorias de ascensos y promociones
Ascenso y Descenso del Grupo A y B
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Letonia – Eslovaquia
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Bulgaria – Ucrania
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